domingo, 28 de septiembre de 2014

Entre canción y canción, desapareció.

Me senté un rato en mi balcón, escuchando The Black Keys y tratando de no pensar mucho en nada, cuestión que se me hace imposible a mí. Se me hace imposible, por ejemplo, contemplar todo lo que me rodea y no analizar su procedencia, su próximo destino y sobretodo, notar que todo está en constante movimiento, nada se queda nunca en su lugar. 
Nada pudo probar más esta teoría que cuando terminó "I'll be your man" y la luz que hacía unos minutos me iluminaba, acababa de desaparecer. Entre que empezó y terminó una canción, pasó de ser de día a de noche. Y así, en un abrir y cerrar de ojos, cambia nuestra vida constantemente y también así, cambian las personas que nos rodean. 
Cuando nos enamoramos de alguien, por ejemplo, nos estamos enamorando de la versión del día, de la versión de la semana y con suerte de la versión del mes. Pero nada nos garantiza que eso sea lo que va a mantenerse en el tiempo. Si entre una y otra canción el mundo está cambiando constantemente, ¿cómo podemos esperar que alguien se mantenga igual? 
Ahora lo difícil es aceptar esta realidad, que nos encontramos con variables todo los días, con gente que va a estar y mañana tal vez se va a ir, que los sentimientos también son pasajeros y que nada, absolutamente nada, es para siempre. 
En la era en la que todo es líquido, todo es efímero, todo es pasajero, nos es un poco más fácil que antes abrazar este concepto y comprenderlo con más liviandad. Sin embargo, para personas como yo, que odian esta naturaleza de constante cambio, es bastante difícil aceptar que todo va a cambiar, todos los días, todo el tiempo. 
Entonces, miro a los autos pasar, irse en un abrir y cerrar de ojos, veo a las personas caminando desde mi ventana, sentada en un colectivo, y todos ellos se van, no llegué a conocerlos, los ví y ya no están. Ellos ni siquiera me vieron a mí. Pero yo vi que iban apurados, fumando, con sonrisas en sus caras y lágrimas también. Todos formamos, de alguna manera, parte de la vida del otro y cada factor, cada persona que pasa por tu vida, te cambia un poco. 
Hay gente que tiene la capacidad de cambiarte en muy poco tiempo, en cuestión de días nada más, y otras que pasan años y no hicieron más que una sutil diferencia. Sin embargo, todo y todos nos transforman. 
Y no paso un día sin preguntarme por qué todo se tiene que ir y entendiendo todos los días también que es la única manera de crecer, pero a su vez quisiera un día poder salir de ese lugar de entendimiento y encapricharme un ratito, no dejando ir a todo eso que quisiera hoy tener. 

jueves, 4 de septiembre de 2014

Note to self

Si dejaste tanto de vos en cada ambiente hostil, si le diste la mano a quien la espalda te dio, por qué tu tiempo escatimás con quien se lo merece más? Si algo aprendiste es que no todo puede ser como vos querés. Tendrías que poder reconocer cuando vale la pena ceder. Y no, te hundís en vos y no encontrás la paz que sin pedir nada a cambio te dio. Y ahora te quejás? Vos no aprendés más.